2/24/2007

La cantante calva

Cuando leí en el periódico la noticia de que Britney Spears se había afeitado la cabeza y grabado un tatuaje en la muñeca —una noticia tan interesante para mí como el saber qué desayunó hoy el príncipe Carlos— no me sorprendí en lo absoluto. Después de todo, la calvicie y los tatuajes no son para nada ajenos al mundo de la farándula y esa chica hace ya tiempo que perdió el rumbo.

Sin embargo, lo que sí me llamó la atención fue que la noticia me trajera a la memoria una pieza de teatro de Eugene Ionesco, “La cantante calva”.

Contrario a lo que pudiera pensarse, no fue la calvicie de Britney Spears lo que ocasionó la conexión (eso hubiera sido demasiado obvio) sino la ausencia de una cantante calva en la obra La cantante calva.

Me explicaré. Ionesco pertenece al grupo de dramaturgos (Beckett, Stoppard, Adamov) que escribieron durante los 40’s, 50’s y 60’s del siglo pasado el conjunto de obras conocidas como Teatro del absurdo. Y en este tipo de obras (cuyas tramas de aparente sinsentido, falta de secuencia dramática y diálogos repetitivos recuerdan a los sueños) es usual que nos quedemos “esperando a Godot” o sin ver a una cantante calva, ya que los títulos de las obras muchas veces sólo servían para reforzar el sentido del absurdo de la obra.

Y si algo podía definir la insulsa noticia que leí, ese algo era precisamente el absurdo de convertir una situación trivial en noticia.

Recordemos la nota: Britney Spears llega a una sala de belleza en Tarzana, California y pide que la rapen. La dueña del local le recomendó que no lo hiciera, pero a ella esto no le importó y con su propia mano tomó la afeitadora y empezó a hacerlo por sí misma. El resultado pareció no agradarle nada, ya que terminó un “poco consternada” por lo que había hecho.

Después, Britney Spears tomó un vuelo de Miami a Los Ángeles por American Airlines y para sorpresa de todos los pasajeros, ella se ubicó en la última fila de la clase turista del avión. Cuando llegó a Los Ángeles fue a un salón e tatuajes y se hizo uno en la muñeca. La nota también comentaba que Britney Spears había abandonado un día antes una clínica de rehabilitación.

El absurdo de la noticia es evidente (comentaré algunos detalles más adelante) pero, ¿dónde está la conexión entre la noticia de Britney Spears y la obra La cantante calva de Ionesco que recordé?

Pues en que así como en la obra de Ionesco La cantante calva no hay ninguna cantante calva, en la noticia que leí tampoco había una cantante calva: tan sólo una chica atribulada que se rapó.

Porque Britney Spears siempre ha sido más bien un cuerpo que una voz; un deseo sexual colectivo más que una canción. Esto se puso en evidencia desde su primer hit musical, donde aparecía vestida como una sexy colegiala “cantando” una melodía pegajosa con una voz que recordaba al sonido de un taladro manual con las pilas bajas.

Por supuesto, esto no le importó al público en general —ni a mí en lo particular— que seguíamos aceptando ese ruido con tal de continuar viendo ese cuerpo escultural que día con día iba aligerándose la ropa.

Hasta que un día dado, la “cantante” terminó por desaparecer por completo, dando lugar a una chica muy guapa, con mucho dinero, poco seso y mucho exceso que tropezó, tropezó, tropezó, cayó, cayó, cayó y entró un día a un salón de belleza para raparse.

Algunos detalles que convierten en absurdo un hecho trivial al convertirlo en noticia:

Raparse. ¿Por qué afeitarse la cabeza debe ser noticia? ¡Es sólo cabello, por Dios, y éste vuelve a crecer!

Clase turista. Lo que llevó a Britney Spears a sentarte en la última fila de la clase turista de un avión fue el hecho de que pagó el importe por un pasaje en clase turista. Si ella hubiera pagado el importe en primera clase, ahí se hubiera sentado. (Hay que recordar que el corte de pelo en el salón costaba veinte dólares, según la nota. Si a eso le sumamos el importe de los taxis y el plan de hacerse un tatuaje en la muñeca en Los Ángeles —que también tuvo su costo, aunque la nota no lo mencionara— podemos inferir que Britney Spears andaba corta de efectivo).

Clínica de rehabilitación. ¿Qué es lo que más deseas cuando ingresas a una clínica de rehabilitación? ¡Salir de ella! Eso es lo que hizo Britney.

Cantante calva. ¿Encontramos alguna cantante en la nota? No. Sólo a una chica llamada Britney que se rapó con el único propósito de llamar nuestra atención.

1 comentario:

  1. Podrías haberlo dicho más alto, pero no más claro. Me encantó tu punto de vista sobre éste tema, a mi forma de ver, muy realista y objetivo.

    Genial tu post!

    Saludos!

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