10/21/2006

Bazar de Ángeles

El otro día, una amiga me preguntó: —¿Tú crees en la existencia de los ángeles?
—Absolutamente — le respondí.
Conociendo ella mi arraigado escepticismo, intentó hacerme tomar una cucharada de mi propia medicina. Lanzó su reto: —¿Puedes probarlo?
—Por supuesto que puedo probarlo.
—¿Cómo?
—Muy fácil: Tú consigues dos boletos de avión, tu pasaporte, y me prestas quinientos dólares para gastar. Entonces, yo te enseño Los Ángeles (hay muchos paisanos) . Podríamos ir a conocer el...
—¡Pero no me refiero a la ciudad, sino a los Ángeles de la Biblia! —Me interrumpió, enfadada.
—Se me hace que estás confundida — le dije, empleando mi más suave tono de voz. —En la Biblia puedes encontrar Filadelfia, pero no Los Ángeles.
—¡Oh, eres realmente insoportable! —Sentenció, poniendo así fin a un intercambio de ideas que hubiera resultado interesante.
Cuando de ángeles se trata, la mayoría de las personas reaccionan como mi amiga. Simplemente, no entienden que alguien pueda siquiera dudar de su existencia. Sin embargo, para la Iglesia Católica, por ejemplo, el asunto de la existencia de los ángeles es una "cuestión de fe". Dicho en otras palabras, el que creas o no en los ángeles no altera tu "catolicidad".
Fui educado como católico, así que sé todo lo que hay que saber sobre los ángeles. Sin embargo, mi memoria reduce las dilatadas legiones de estos seres espirituales a —si se me permite la paradoja— sólo cinco individuos: El que le anuncia a la virgen María el futuro nacimiento de Jesús; el que detiene la mano de Abraham (lo siento, pero no avanzo de un modo cronológico) cuando está a punto de sacrificar a su hijo Isaac; el ángel llamado Luzbel, que reta a Dios, pierde la partida, cae del cielo y se convierte en Satanás; el que les avisa a los tres Reyes Magos que tomen otro camino; y Gabriel, que no es propiamente dicho un ángel, sino un árcangel, que viene siendo una especie de ángel "superior". (Incluso tiene un papel protagónico en el Islam).
Todos los demás ángeles son, para mí, meros comparsas; extras, en una palabra: Cantan a coro, sirven para adornar cuadros, iglesias y postales. Asimismo, son la salvación de los organizadores de las pastorelas, ya que les dan oportunidad a un mayor número de niños de participar.
Así, la pregunta de mi amiga no debería haber sido el si yo creía en los ángeles, sino el por qué tanta gente cree en ellos.
Una búsqueda rápida en Google me ofrece 8'400,000 páginas relacionadas con ángeles. Y eso sólo de páginas en español. Es obvio que no todas esas páginas hablan de los ángeles a los que se refería mi amiga (los de la Biblia) pero aún así son muchas. Más significativo aún, en la mayoría de esos sitios los ángeles comparten espacio con la astrología, el tarot, las terapias alternativas de curación y demás parafernalia New Age.
Es aquí donde, según creo, radica la gran influencia popular que tienen los ángeles: son un gran negocio. Un negocio multimillonario.
Libros, cassetes, cd's, regalos con ángeles, imágenes sobre ángeles, fondos de pantalla... Incluso se ofrecen cursos de "angelología" y la oportunidad de contactar con ellos. También hay terapias de auras y cómo reconocer los colores de las auras de los diferentes tipos de ángeles.
Con todas estas cosas a la vista, es obvio que yo no crea en los ángeles. Porque en cuanto al mercado de ángeles se refiere, no cuenta sólo el creer en ellos.
También tienes que tener a mano tu tarjeta de crédito.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho tu principio y también tu final, lo de enmedio se me hizo como siempre interesante.

    Saludos

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