12/07/2010

Tierra de zombis

En un inicio pensé en titular el presente post “Trabajo en proceso V”, pero con ello me arriesgaba a seguir perdiendo lectores potenciales.

En Cambio, Tierra de zombis es un título más adecuado, tanto para consignar mis avances (como lo había prometido a mis lectores incondicionales) como para comentar un aspecto interesante, algo más propio de estas Crónicas Profanas.

Con respecto al libro, mi meta de las 50,000 palabras quedó atrás. La alcancé a las cinco y treinta de la tarde del día 28 de noviembre, dos días antes de que se cumpliera el plazo.

Sin embargo, aunque conseguí acumular las 50,000 palabras, no conseguí terminar con la historia. Este hecho me sorprendió, ya que consideré en un principio que 50,000 palabras serían más que suficientes para contar una historia de zombis.

Y si había pensado las cosas de esa manera es por un hecho irrefutable, que se comenta en el libro: comparados con otras criaturas fantásticas —como los vampiros o los hombres lobo— los zombis son una nulidad: son torpes, lentos y estúpidos.

Sin embargo, ni todos los vampiros y hombres lobo juntos representan tanto peligro para los seres humanos como los zombis.

Así que construir una historia con zombis fue todo un reto. Fue necesario imaginar una nueva forma del proceso de conversión a zombi y el crear una sub-trama que sirviera para sostener la narración.

Aquello que en las primeras tres semanas frenéticas de acumulación de palabras me pareció una simple acumulación de basura era, por el contrario, el cimiento desde el cual la narración encontró su punto de apoyo y saltó hasta la estratósfera.

Conforme avanzaba, los caracteres cobraban forma, la trama se complicaba y surgía por fin la historia, que empezó a acelerar su ritmo hasta llegar a límites delirantes.

El resultado hasta estos momentos (en los que estoy terminando el penúltimo capítulo) es el que busqué desde un principio: Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis es una película de clase B literaria.

La novela es divertida, estrafalaria, irreverente, delirante y cutre. Hay acción, misterio, terror, sangre, romance, sexo y zombis, políticos, narcos, sicarios, policías, espías.

Estoy por terminar la novela y me espera la tarea más dura. Falta la revisión y el montaje final.

Mi nueva fecha límite es el próximo día 28 de diciembre, cuando la novela la pondré a disposición de todos. Así que pronto tendrán noticias frescas.

Por otro lado, el hecho interesante que quería comentar es el siguiente: en todo este tiempo en el que he estado inmerso en tierra de zombis he perdido contacto con el mundo exterior, cotidiano.

Prácticamente no he leído periódicos ni visto o escuchado noticieros. Y, ¿saben qué? El mundo se tranquilizó.

Con esto quiero decir que el mundo se hizo un lugar más amable, las personas más humanas y el ambiente pareció deshacerse de la esencia del miedo.

Sabía que allá afuera, mientras yo luchaba con zombis, otros luchaban con narcos o con extorsiones o con secuestros o con robos o con accidentes o con desastres naturales o provocados.

Lo sabía pero no tenía miedo, porque me había quitado de encima esas anteojeras que nos ponen los medios de comunicación, los cuales nos obligan a ver al mundo de una manera concentrada, miope.

No estoy diciendo con esto que debemos centrarnos en nosotros mismos e ignorar lo que sucede a nuestro alrededor. Existen cosas malas o feas que suceden todos los días.

Pero los malditos medios nos presentan esas cosas malas o feas como si la realidad estuviera hecha exclusivamente de ellas, lo cual es una enorme falsedad.

Una vez que termine de escribir y publicar la novela en Internet voy a pensar muy seriamente si seguiré cayendo en el juego del miedo de los medios o mejor me preparo para la próxima invasión zombi que tendrá lugar en abril 2011.

Y tú, ¿estás preparado? 

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