9/23/2007

El Diablo se detuvo en Tayoltita

La noticia apareció en los diarios en agosto pasado y —aunque escandalosa— pasó desapercibida. Y es que llegó a nosotros amortiguada, convertida en un mero susurro de angustia, como sucede con todo grito de auxilio proferido desde un profundo pozo.

Al final de este pozo se encuentra Tayoltita, una comunidad minera de 8,000 habitantes localizada en el estado de Durango.

A la multitud de problemas cotidianos que enfrenta este tipo de comunidades mineras para sobrevivir, se le ha sumado uno más, tan terrible, que amenaza con destruir a todos sus pobladores.

Tayoltita se encuentra enclavada entre municipios que forman el llamado “triángulo dorado” (cuyos vértices son los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa) que es el área donde se produce la mayor cantidad de enervantes en México.

Como sucede en este tipo de lugares, el consumo guarda estrecha relación con la producción de drogas. Sin embargo, en el caso de Tayoltita esta relación se ha tornado tan perversa, que de las ocho mil almas que la habitan, tres mil son adictas a alguna droga, principalmente al “cristal”.

Esto significa que cuatro de cada diez habitantes de Tayoltita son adictos, desde niños de tan sólo once años hasta gente mayor, hombres y mujeres.

¿Cómo se llegó a esta situación tan aberrante? ¿Cómo fue posible convertir a tantas personas en adictos, en un poblado cuyas carencias materiales son similares a las de otras pequeñas comunidades mineras diseminadas por todo el país?

El secreto está en que las redes de narcomenudeo de metanfetaminas han realizado en Tayoltita una diabólica innovación: las dosis individuales de droga no tienen un precio determinado, sino que éste depende de lo que el cliente disponga. En otras palabras, “traes veinte pesos, te doy lo que te corresponde por veinte pesos”.

De esta manera, si el adicto no es capaz de poder pagar los, digamos, cien pesos que cuesta la dosis, entonces se le venden tres cuartas partes de dosis, o media dosis, o un cuarto de dosis… La cuestión es vender algo de droga, lo que sea a fin de mantener a alguien adicto.

Si alguien duda que el sistema funciona, ahí están el 40% de los habitantes adictos de Tayoltita para convencerlo.

Confieso que cuando leí la noticia quedé estupefacto. Por más que reflexionaba en ello no lograba comprender (no lo comprendo aún) lo espantoso de la situación. No sólo el misterio de cómo podía mantenerse aún en pie una comunidad con casi la mitad de sus habitantes adictos, sino también el por qué se permitió llegar a Tayoltita hasta ese extremo.

¡Y la atroz situación de un adicto en Tayoltita!: Si ya de por sí es espantoso ser adicto a cualquier cosa, el infierno que experimenta un adicto en este lugar es mil veces peor.

Porque si de adictos se trata, estos no poseen la voluntad para ir juntando sus fracciones de dosis hasta llegar a completar esa dosis que les lleve a ese estado deseado por el que sacrificaron su dinero y su cuerpo.

No, un adicto en Tayoltita no experimenta “la experiencia” completa. Quizá sólo la alcanza en un 50% o sólo en un 20%.

Y eso significa el infierno más completo. En su círculo más hondo.

6 comentarios:

  1. Es verdad y no dudo de la información aquí publicada yo soy orginario de ese pueblito que era totalmente diferente hace algunos años... es un pena ver en lo que ha convertido... alguien debería de hacer algo, Saludos.

    BeTo.
    San Diego USA.

    ResponderBorrar
  2. Considero que la falta de conocimiento por parte de las autoridades, tanto educativas municipales, es deficiente, al no poder resolver este problema..!

    soy de tayoltita, y me da pena de ver por la situación que pasa l comunidad..!

    ResponderBorrar
  3. ELIZABETH5:55 p.m.

    CRONICA: ES EL RELATO DE HECHOS HITORICOS REDACTADOS EN UN ORDEN DE TIEMPO O BIEN CRONOLOGICAMENTE.
    PROFANO: SE DICE DE ALGO QUE NO ES SAGRADO NI VERIDICO Y TIENE COMO OBJETO DAÑAR LA REPUTACION DEL IMPLICADO.

    ESPERO QUE SABER EL SIGNIFICADO DE ESTAS PALABRAS LE AYUDE A ABRIR LOS OJOS Y VER QUE LO QUE SE ENCUENTRA EN ESTA PAGINA, NO ES MAS QUE UNA CRONICA PROFANA ( ES DECIR UNA VIL MENTIRA) LO EXTRAÑO ES QUE NO SE DEN CUENTA SI LA MISMA FRASE LO DICE. EN VEZ DE OPINAR SOLO POR QUE SABEN HABLAR O REDACTAR MEJOR PONGANSE A USAR EL DICCIONARIO ANTES DE CAER EN LAS GARRAS DE QUIEN TRATA DE DESTRUIR LA IMAGEN DE ESE PUEBLO TAN HERMOSO QUE NOS VIO NACER Y QUE SU TIERRA NOS DIO LO NECESARIO PARA CRECER FELICES. Y NO ANDAR PIDIENDOLE NADA A NADIE.

    ResponderBorrar
  4. Elizabeth:

    No dejaste una dirección de correo, así que no te puedo contestar personalmente. Sin embargo, me gustaría hacer una aclaración: yo nunca hablé mal del pueblo de Tayoltita. No lo conozco y no sé cómo son sus habitantes.

    Para mi post me basé en un artículo del periódico que aquí menciono. Si acaso dices que es mentira no me culpes a mí, sino al periódico que publicó la nota.

    Yo no escribo mentiras. Escribo puntos de vista personales. ¿Puedo estar equivocado? ¡Por supuesto! Nunca he creído tener (ni creo que nadie la tenga) la verdad siempre conmigo.

    Si mi post te resultó ofensivo, lo siento. No fue mi intención ofender a nadie. Sólo quería ejemplificar el horror que el narcotráfico ha llevado a comunidades tan hermosas y con gente tan pacífica como Tayoltita.

    Si gustas leer los restantes comentarios, hay dos personas que dicen ser originarios de Tayoltita. A ellos podrías preguntarles si lo que escribo es verdad o no.

    Repito, yo no escribo mentiras. Y a veces, la verdad duele.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  5. Anónimo11:34 a.m.

    yo pienso que esta o persona .no esta muy vien informada. de lo que susede en tayltita. solo escrive, relatos. sin investigasion son 8,ooo mil pesonas no creo que acada uno les aiga echo el examen de antidopen.o solo sea la persona que la vende. es mi pueblo aunque tenga su vicio.fue un pueblo, muy tranquilo JM.

    ResponderBorrar