1/21/2007

¿Que dijo?

Parece ser que —en su afán de molestar a toda costa a los fumadores— los periódicos publican cualquier nota que les recuerde a éstos que son los seres más viles que han existido nunca, sin importarles que la nota en sí carezca de contenido o de lógica.

El 18 de enero, el periódico El Norte publicó un artículo titulado: "Hacen más adictivos a cigarros*" en el que se afirma que la cantidad de nicotina que inhalan habitualmente los fumadores por cada cigarrillo aumentó un 11 por ciento desde 1998 hasta el 2005, perpetuando una pandemia de tabaco que puede complicar más el abandono del hábito, según un estudio de la Universidad de Harvard.

El análisis de Harvard de los registros estatales de salud de Massachusetts indicó que la cantidad de nicotina generalmente consumida por cada cigarrillo fumado creció por año, sin importar la marca, un promedio del 1.6 por ciento entre 1998 y el 2005.

Howard Koh, decano asociado de la escuela para Prácticas de salud Pública y ex comisario de salud Pública de Massachusetts dijo que "Los cigarrillos lentamente se convirtieron en dispositivos de emisión de droga diseñados para perpetuar la pandemia de tabaco".

Para aumentar las cantidades de nicotina inhaladas por los fumadores, los fabricantes de cigarrillos intensificaron la concentración de nicotina en su tabaco y modificaron los diseños de los cigarrillos para elevar el número de inhalaciones por cada uno, explicaron los investigadores de Harvard.

"El resultado final es un producto que es potencialmente más adictivo", indicó el estudio.

Hasta aquí, la nota periodística sobre dicho estudio guarda cierta coherencia y sus afirmaciones suenan plausibles (aún y cuando eso de modificar los diseños del los cigarrillos para elevar el número de inhalaciones no lo sea).

Sin embargo, lo que manda al traste todo el estudio es el párrafo final de la nota, que dice: “Las estadísticas más recientes sobre el impuesto federal al tabaco mostraron que el número de cigarrillos que se venden en Estados Unidos cayó en el 2005 al menor nivel en 55 años.”

Pregunta: ¿Hay alguna lógica en esto?

Respuesta: No, no la hay.

Si —como afirma el estudio— el nivel de nicotina aumentó 1.6 por ciento de 1998 a 2005 y se rediseñaron los cigarrillos para permitir un mayor número de inhalaciones (propiciando así una perpetuación de la “pandemia” del tabaco) no es posible que el número de cigarrillos vendidos en los Estados Unidos haya caído a su menor nivel en 55 años en el 2005.

Y dicha reducción resulta aún más espectacular si consideramos el aumento de la población en los Estados Unidos en esos 55 años.

Entonces, ¿de qué se trata? ¿Por qué los periódicos publican este tipo de notas? ¿Por qué darle difusión a los resultados de un estudio cuando estos se contradicen con la realidad?

Este tipo de cuestionamientos es lo que me ha llevado a la decisión de incluir temas de escepticismo en Crónicas Profanas, que en un principio se creó como un espacio para tratar temas culturales y literarios.

Así que, a partir de hoy, realidad, ficción, mitos y razón se entremezclan en estas crónicas.

Como en el mundo real.

* (http://www.elnorte.com/internacional/artículo/709451/)



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